Nacido para matar

No es titular, carece de habilidad con el balón en los pies y tiene 37 años, pero pocos hombres son más temidos que Filippo Inzaghi. Los dos goles que el italiano anotó ante el Real Madrid permiten al jugador del Milán igualar al español Raúl González en la cabeza de la clasificación de máximos goleadores de las competiciones continentales con un total de setenta tantos.

En la tercera y cuarta plaza se encuentran ubicados el alemán Gerd Müller y el ucraniano Andriy Shevchenko respectivamente.

La camiseta con el número 69 que exhibió tras marcar el 1-1 ante el Real Madrid se quedó obsoleta apenas 10 minutos después, cuando adelantó a los italianos con su segundo gol de la noche. "Dedico mi gol a los jugadores italianos, que son olvidados muy a menudo"

José Mourinho, advirtió antes del duelo de ida, en el que Inzaghi no jugó, que el delantero italiano era quien más le preocupaba, por encima de Zlatan Ibrahimovic, Alexandre Pato o Ronaldinho. Una broma, pensaron algunos. Inzaghi sonríe. "Después del último derbi (en Milán, cuando Mourinho era entrenador del Inter), me esperó delante del vestuario para pedirme la camiseta. Para mí fue una gran satisfacción".

De momento, el récord europeo —compartido con Raúl— está en sus manos, un récord que dedicó a Stefano Borgonovo, ex jugador del Milan que sufre la enfermedad degenerativa de Lou Gehrig. Además, con su gol número 125 para el A.C. Milan, dejó por detrás al legendario jugador "rossonero" Marco van Basten.
"El elixir de la larga vida del atacante está compuesto de hábitos saludables, trabajo duro y constancia", advirtió Inzaghi. "Pippo es un ejemplo para los jóvenes", dijo Allegri. "Se necesita espíritu y veneno en el cuerpo para jugar estos partidos a alto nivel". Y el veneno de Inzaghi sigue siendo letal.